Los riesgos de realizar una Suspensión Corporal
Hace bastante tiempo atrás, la tribu Mandan realizaba rituales de suspensión corporal con fines religiosos y sociales, pero hoy en día la suspensión corporal es realizada por artistas, performers, y personas que lo desean, con el fin de experimentar la mezcla de dolor y adrenalina que se genera al realizar esta actividad.
Para realizarla se atraviesa la piel con ganchos y luego, con el uso de poleas, se levanta al individuo por encima del suelo, y este podría dar vueltas por el aire o quedarse estático, dependiendo de su resistencia. Aunque la suspensión corporal se puede realizar de forma relativamente segura, existen de hecho riesgos asociados que deben ser tomados en cuenta por quienes desean realizarla.
Desgarres e infecciones
Si los ganchos que se colocan son débiles, no tienen el grosor suficiente, se colocan en una zona muy superficial de la piel, o no se colocan los suficientes para soportar el peso de una persona en particular, se puede experimentar un desgarre en la piel o en los músculos al realizar la suspensión corporal, y esto es común principalmente cuando la realizan personas sin mucha experiencia o descuidadas.
También, al ser heridas que estarán abiertas y en contacto con el aire por un tiempo (aunque sea corto), se puede desarrollar una infección si no se cuidan las heridas durante el proceso de cicatrización.
Otras consecuencias
Existen otros riesgos al realizar una suspensión corporal que se deben tomar en cuenta, como por ejemplo, que el suspendido quede en estado de shock, sienta nauseas e, incluso, que se desmaye durante la suspensión.
Sin embargo, todos los que la han realizado coinciden en algo: una vez que te has suspendido no vuelves a ver la vida de la misma manera, ya que es una sensación sin igual.