Aunque en general el tatuaje es percibido como un proceso algo doloroso, hay ciertas zonas del cuerpo donde duelen más. Esto dependerá particularmente de qué tan cerca esté la aguja del uso y el grosor de la piel.

Costillas: Es el lugar más doloroso porque es una zona donde la piel está a pocos centímetros de los huesos, particularmente en el cuerpo de las mujeres que son mucho más delgados. La dificultad de la zona y el dolor que produce son las principales razonas por las que casi no hay tatuajes ahí.

Columna: La parte central de la espalda también es una de las zonas donde los tatuajes duelen más, pues allí se encuentran varias terminaciones nerviosas. Sin embargo, al ser la espalda una zona muy amplia, bien vale la pena tolerar ese dolor para tener un tatuaje grande y llamativo.

Detrás de la oreja: En esta parte del cuerpo la piel es muy delgada y está muy cerca de los huesos craneales, por lo que, a pesar de que son tatuajes casi siempre muy pequeños, son bastante dolorosos. A menos que tengas el cabello corto o en el caso de las mujeres esté bien recogido, este corre el riesgo de pasar desapercibido.

Cuello: Es uno de los lugares preferidos por los clientes, pero acá sucede que no hay mucha grasa corporal, además de que es una zona que se mueve bastante, por lo que el proceso de cicatrización es algo lento. Están completamente descartados si estás pensando en conseguir un trabajo a futuro que exija una excelente presentación personal.