¿Por qué no hacerse un piercing con pistola?

Hay una serie de mitos y verdades con respecto a las perforaciones por lo que hay que dejar en claro que los piercing con pistola duelen mucho más que los piercing con aguja, aunque algunos crean lo contrario.
¿Cómo se hacen los piercing con pistola?
Los piercing con pistola suelen hacer el agujero de una manera muy brusca y dolorosa. Además, la pistola perforadora no es segura en lo absoluto y para nada higiénica, aunque los fabricantes de las mismas digan que son limpias. Lógicamente, luego de hacer un piercing con pistola es necesario que el tatuador la esterilice entre perforación y perforación para evitar compartir gérmenes de una a otra persona.
Es importante aclarar que las agujas siempre son descartables y que nunca un profesional usará la misma aguja que usó con otra persona.
Riesgos
Aunque los cartuchos de las pistolas son desechables, existe el riesgo de contraer infecciones y enfermedades, además de contagiarse con los restos de sangre que pudieran haber quedado del cliente anterior. Por otra parte, la perforación que lleva a cabo la pistola es estándar y no todas las personas tenemos el mismo tamaño del lóbulo de la oreja.
Si estás pensando en hacerte un piercing por primera vez, trata de procurar el pendiente adecuado, que está elaborado con un material de buena calidad, no como el que usan las pistolas perforadoras.
Recuerda que lo barato sale caro
Si bien un piercing con pistola es más económico que un piercing con aguja, puedes irte muy desconforme con el resultado y totalmente dolorido por causa de una mala perforación.
Ahora que conoces los riesgos de perforarte con pistola ¿Qué opción elegirás?