Aunque escoger el lugar del cuerpo para un tatuaje es una decisión muy personal, bien vale la pena que tengas en cuenta varios factores como el dolor, la dificultad para conseguir un trabajo, el tamaño necesario para el artista  y qué tanto puedas llamar la atención.

El dolor es indudablemente un factor clave porque, puedes requerir varias sesiones incluso tratándose de un tatuaje muy pequeño. Las zonas más dolorosas están ubicadas en sitios que estén cerca de los huesos o que estén cerca de muchas terminaciones nerviosas como detrás de las orejas, las costillas, la columna, etc.

Por otra parte, es importante que consideres el lugar del cuerpo para un tatuaje en función de la atención que pueda llamar, pues los antebrazos o el cuello son en ese sentido las mejores opciones, pero te pueden impedir conseguir un empleo. En la zona de los bíceps hay un espacio suficiente para dejar un diseño llamativo, y además lo puedes ocultar fácilmente con una camisa, al igual que otras zonas como la pantorrilla.

Finalmente, si el diseño es muy grande, vale la pena trabar en áreas como el pecho, la espalda o los muslos, pues son las zonas del cuerpo donde la piel es más plana y no se deformará el diseño. También puedes usar tatuajes que involucren varias áreas como la ha hecho The Rock con su tatuaje maori, que involucra el hombro, omoplato y pectoral, facilitado claro está por el diseño que no requiere una superficie plana ni pierde calidad con el movimiento.