Cuidado de un tatuaje
Cuando estamos decididos a decorar nuestro cuerpo con un tatuaje debemos tomar en cuenta que no sólo es hacerlo y ya, es necesario estar familiarizado con los cuidados y poner sumo interés en ellos para no tener problemas futuros con nuestra salud, recordemos que al final de cuentas tendremos una herida en la piel.
Es necesario escuchar con atención las indicaciones posteriores que el tatuador le provea a su cliente al finalizar el diseño y más aún lo es preguntar cualquier duda que se tenga. Por esto también la importancia de hacerlo con un profesional que tenga los conocimientos de una buena recuperación.
Cuidados posteriores
Mantenlo cubierto algunas horas.
El vendaje que pone el tatuador después de hacer un tatuaje sirve para proteger del polvo, la luz solar y sobre todo de las bacterias que existen en el medio ambiente. Nunca debe estar cubierto por plástico ya que esto aumenta el riesgo de una infección. Lo recomendable es dejarlo tapado 4 hora o el tatuador profesional indique.
Procedimiento de limpieza.
Limpiar suavemente con la mano de 2 a 3 veces al día la zona del tatuaje. Para esto se necesita un jabón neutro y agua tibia. Si el jabón tiene perfume puede irritar e incluso dañar el diseño. Para secar se usa una toalla o gasa dando ligeros golpecitos hasta que quede seca. Para finalizar se pone pomada antibiótica. Está prohíbo sumergir el tatuaje en agua, se deben evitar las albercas al menos durante 3 semanas.
Proceso de cicatrización.
Mientras el tatuaje cumple su función de cicatrizar, que más o menos es un lapso de 2 a 3 semanas, es importante que se dejen de usar los vendajes y que el área este al aire libre, las vendas son sólo unas horas después de que terminó el tatuador. Lo mejor es usar ropa floja para no irritar y para una buena circulación de aire. Rehuir a las exposiciones de sol. Por ningún motivo se arrancan las costras, hay que esperar a que se caigan solas.
Estar alertas.
Una de las cosas más importantes es mantenerse alerta a cualquier reacción que se note en el cuerpo. Si hay presencia de enrojecimiento fuera de lo normal, picor o escozor, sarpullidos, fiebre o líquido proveniente de la herida es necesario acudir con un médico, puede ser que esto sean indicios de alguna infección.