Lavado quirúrgico de manos
Con el fin de evitar la transmisión de organismos por parte del anillador o del tatuador y del cliente a cualquiera de los anteriormente mencionados, el mejor método es el lavado quirúrgico de manos.
Clasificación de bacterias
En la piel hay una gran cantidad de bacterias que se clasifican en transitorias y residentes.
- Transitorias: son las que quedan adheridas a la piel en cualquier actividad que se realice durante el día y que generalmente se remueven con un lavado intenso y frecuente.
- Residentes: son aquellas que quedan en los pliegues de la piel y que en muchas ocasiones son absorbidas por esta, por lo que para removerlas, hay que frotar intensamente las manos mientras se lavan.
Lavado quirúrgico
Antes de preparar la zona de estudio en donde se hará el piercing o en tatuaje y luego de haberse conectado con el cliente, es fundamental tengas consciencia de lavarse las manos. Si no te lavas las manos y te colocas los guantes, estas se desarrollarán aun más y se alojaran en los pliegues de las manos y los dedos, por lo que deben estar siempre limpias.
Una vez desechado el guante, también es fundamental el lavado quirúrgico de manos.
¿Cómo se realiza?
Frota las manos con un jabón antimicrobiano durante 10 segundos a 30 segundos luego de haberte quitado las pulseras y los anillos o los piercing micro dermales que puedas llegar a tener en tus manos.
- Pila con pedal
- Pon el chorro de agua caliente en marcha .
- Párate frente a ella y evita que la pila entre en contacto con la ropa.
- Pon las manos por debajo de los codos.
- Frota y lava tus manos de forma circular y con firmeza.
- Sube hasta las muñecas y codos.
- Presta atención a tus uñas y a su parte posterior. Usa un palillo de naranjo para remover la suciedad si fuera necesario.
- Seca las manos con un papel y tíralo.
- Ponte los guantes y utiliza el material de tatuaje o piercing.