Muchas veces los tatuajes son un modo de expresión, algo que hacemos para expresar algún sentimiento, pero otras veces los tatuajes son una forma de cambiar algo que probablemente nos trae malos recuerdos y convertirlo en algo más estético o lindo.

Las quemaduras pueden llegar a dejar cicatrices muy vistosas y de aspecto feo en nuestra piel, es por esto que deciden ocultarlo con algún diseño y así no estar recordando ese desagradable suceso.

Pero hay ciertas cosas que debemos de tomar en cuenta cuando realizamos un tatuaje bajo estas situaciones. La primera duda que nace es si podemos realizarlo, ya sea por miedo a dañar mas la piel o por abrir antiguas heridas. En este artículo tomaremos nota de algunos aspectos para que no tengas problemas si recurres a esta técnica.

Detalles a tomar en cuenta

En primer lugar y antes que nada, la cicatriz debe de haber sanado por completo, esto requiere por lo menos de un año ya correrías el peligro de infecciones o de lastimar la piel. No trates de engañar a tu tatuador, recuerda que las tintas llevan químicos que pueden afectarte o en otros casos la aguja puede reabrir la herida.

También debes de platicar con el artista que trabajara sobre tu piel y consultar sobre posibles diseños que puedan adaptarse a su necesidad. Tienes que tener en cuenta que la piel de una cicatriz es mas delicada y ya no tiene la misma consistencia, así que posiblemente los colores que quieras usar no se adapten muy bien. Muchas veces se recomiendan tatuajes grandes con líneas amplias y colores brillantes.