La Historia de las Modificaciones Corporales

Al igual que ocurre con los tatuajes, la historia de las modificaciones corporales también tiene su origen en miles de años atrás, muchas veces como símbolo de status y honor, aunque en otras culturas era una forma de señalar la sumisión entre las parejas.
Diferentes culturas, diferentes significados
Quizá la referencia más común que encontramos a la hora de hablar de modificaciones corporales sea el piercing. Pues bien, en la época de los centuriones romanos, estos llevaban un anillo en los pezones como símbolo de virilidad, además de servirles como accesorio para colocar la capa cuando era necesario.
Otra cultura muy famosa fue la egipcia, donde las mujeres usaban diferentes joyas en el ombligo, pero este era un arte exclusivo de la alta realeza. De ahí tal vez haya surgido la idea moderna de usarlo por muchas mujeres para proyectar sensualidad. Por otra parte, la cultura árabe le dio prioridad a las perforaciones genitales, particularmente en el testículo izquierdo para evitar que subiera, mientras que en las mujeres se usaba como estímulo erótico.
África, que es quizá el continente donde más se han asociado las modificaciones corporales, tiene muchas versiones distintas sobre el uso de anillos en las orejas, nariz y boca, aunque la más extendida es la de la protección contra los malos espíritus. Sin embargo, en países como India, las mujeres se perforaban la nariz como señal de sumisión a su marido.
Finalmente, en la historia de las modificaciones corporales no podía faltar el caso de las mujeres de Birmania, quienes han sido muy famosas por estirar el cuello a través del uso de diferentes anillos, además de las geishas de Japón, pues hoy en día todavía se reducen el tamaño del pie para colocarlo en diminutos zapatos.