Consejos a la hora de tatuarte un retrato
Muchos de los grabados que las personas se hacen en la piel, son en honor a otra por quien tienen un fuerte sentimiento. Pero dependiendo de la calidad del trabajo, el resultado final será un hermoso recuerdo o la peor de las pesadillas, en especial si lo que elegiste fue un rostro.
Es por eso que debes tomar en cuenta algunos consejos a la hora de tatuarte un retrato, el que se espera dure mucho más que cualquier otro recuerdo.
Dibuja sobre el lienzo
Para iniciar con el proceso, no olvides esterilizar muy bien las agujas, además de valerte de guantes y seleccionar la tinta a utilizar. También tendrás el mejor de los lienzos, una piel humana.
Esa piel pertenece a la persona que te ha pedido el trabajo y que espera al final poder mirarse al espejo y admirar el rostro de ese ser amado.
Los motivos para hacerse éste tipo de retratos son muchos: una madre que llora la pérdida de un hijo, un viudo que recuerda a la mujer de sus sueños, una joven en una demostración de amor o un homenaje a ese artista famoso.
Antes de comenzar
Verifica bien lo que tu cliente desea antes de comenzar. Este es un consejos a la hora de tatuarte un retrato importantísimo. Piensa si quiere el retrato a color o blanco y negro, cuál es el espacio que desea ocupar, lo que desea resaltar del rostro, entre otros.
Otro de los pasos que no deben faltar, es dibujar previamente un boceto con todos los detalles. Esto es muy importante para que después que estén alineadas todas las exigencias de tu cliente, entonces procedas a pasarlas al cuerpo.
Un espacio bien organizado
El espacio donde vas a trabajar es vital que esté bien organizado, quizás necesites cierta variedad de agujas, toallas, pomadas, entre otras. Todo el equipo debe estar completamente esterilizado y el área desinfestada, aunque no lo creas esto te ayudará a realizar un mejor trabajo.
Y como el último de los consejos a la hora de tatuarte un retrato, es obvio que si vas a hacer un retrato, no puede faltar una foto de la persona que vas a dibujar, ya que a veces el cerebro suele confundirse, en especial después de varios bocetos y sugerencias del cliente.