El arte del tatuaje es una práctica ancestral, y aunque antes tenía una connotación de conexión divina, en estos tiempos se trata más de exteriorizar los sentimientos e ideales internos de quien decide marcarse la piel.

Unos miles de años luego del nacimiento de este ritual antiguo, en los años 60 aproximadamente, nacen en las cárceles la necesidad en los prisioneros de marcarse la piel para indicar a cuales bandas pertenecían dentro del recinto carcelario.

Mucho más que una imagen monocroma

Ya que conoces un poco sobre el origen y las características, debes saber bien como conseguir un tatuaje en negro y gris de calidad, una de las principales cosas que debes conocer es que la escala de grises, para que sea luminosa,  se consigue al diluir la tinta negra con diversas cantidades de agua destilada, lo que da como resultado el greywash.

Por lo tanto, si se desea obtener tonos grises al mezclar tinta blanca con negra, el resultado tenderá a ser más opaco y menos luminoso, el problema con esto es que lo que le da la verdadera fuerza y, si se quiere, espíritu al tatuaje en negro y gris, es precisamente el posicionamiento y uso correcto de la sombra y el degradado del negro para darle iluminación y profundidad.

Y, por consiguiente, este efecto se consigue mucho mejor con el greywash que con la mezcla de tintas, así que lo que conseguirá que el tatuaje resalte del resto, salga de la piel e impresione a todos los que pongan sus miradas en esta pieza de arte serán esos tenues detalles de luz y sombra en el negro y gris.